A un año del Acuerdo Educativo: más chicos en las aulas, pero con serias deudas en el aprendizaje

El informe de Argentinos por la Educación revela un panorama de contrastes. Mientras que la cobertura en el nivel inicial y la retención en la secundaria muestran mejoras, los resultados en Lengua y Matemática son alarmantes, con un 85% de los estudiantes por debajo del nivel esperado en esta última.

Actualidad12 de septiembre de 2025
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A un año de la firma del Acuerdo por la Educación, un compromiso asumido por las jurisdicciones provinciales para cumplir con diez prioridades educativas, el sistema educativo argentino presenta una realidad de dos caras. Por un lado, se celebran avances significativos en la inclusión y la permanencia de los estudiantes; por otro, la calidad del aprendizaje, especialmente en materias fundamentales, muestra números preocupantes que encienden las alarmas.

​Un análisis realizado por la organización Argentinos por la Educación revela que, si bien el vaso está "medio lleno" en algunos aspectos, la parte vacía refleja deudas estructurales que urgen ser atendidas.

Avances en Inclusión: Menos Deserción y Más Cobertura


​Uno de los logros más destacados es la reducción de la deserción escolar en el nivel secundario. Según Sol Alzú, analista de datos de la organización, el abandono a los diecisiete años cayó del 24% en 2018 al 15% en la actualidad. "Viene cayendo aceleradamente", afirmó a LA BRÚJULA destacando el éxito de las políticas de inclusión que han permitido mantener a más jóvenes dentro del sistema.

​En el nivel inicial también se observan progresos. La cobertura en las salas de cuatro y cinco años, que son obligatorias, ha aumentado sostenidamente. Sin embargo, la sala de tres años, cuya universalización es un objetivo clave, apenas alcanza el 50% de cobertura.

El Lado B: El Déficit en el Aprendizaje

Pese a los avances en la escolarización, la calidad educativa sigue siendo la gran materia pendiente. Los datos son contundentes y preocupantes. En las últimas pruebas Aprender, el 42% de los estudiantes de secundaria se ubicó por debajo del nivel esperado en Lengua.

​El panorama en Matemática es aún más desolador: el 85% de los alumnos no alcanza los conocimientos mínimos esperados y, como dato inédito y alarmante, no hubo un solo estudiante en el nivel avanzado en todo el país, sin distinción entre escuelas de gestión pública o privada.

​En la primaria, la situación no es mucho mejor. Aunque se ha priorizado la alfabetización inicial como política de Estado, la mitad de los niños (54,9%) no logra las competencias de lectura esperadas para su edad. Alzú lo resume con una anécdota recurrente que le transmiten los docentes: "El chico sabe hacer una operación matemática, pero no entiende la consigna".

​¿Por qué Incluir no Significa Aprender?

​La experta señala una tensión clave: la inclusión se ha logrado, en parte, "en detrimento de la calidad educativa". El desafío es acompañar la mayor presencia de estudiantes en las aulas con herramientas y recursos que garanticen un aprendizaje efectivo.

​Aquí surge el principal obstáculo: el financiamiento. La Ley de Financiamiento Educativo, que establece una inversión del 6% del PBI, solo se cumplió en una ocasión, en el año 2015. Además, el sistema descansa fuertemente en las provincias, que aportan tres de cada cuatro pesos invertidos en educación (75%), lo que acentúa las desigualdades de base entre las jurisdicciones. Esta falta de fondos impacta directamente en la capacitación docente, la actualización de currículas —algunas con más de diez años de antigüedad— y la infraestructura escolar, que a menudo provoca la pérdida de días de clase.

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