Mons. Urbanč a los medios: “El comunicador está llamado a ser luz en medio de la oscuridad”

En una noche cargada de simbolismo, que marcó el cierre del sábado y el inicio litúrgico del Adviento, los medios de comunicación de Catamarca se congregaron en la Catedral Basílica para rendir su homenaje a la Pura y Limpia Concepción del Valle. La misa, presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, reunió a periodistas, técnicos y trabajadores de prensa del ámbito estatal, privado y eclesial, quienes participaron activamente en la liturgia.

​Al dar la bienvenida a “quienes prestan su servicio a la sociedad a través de las artes de la comunicación”, el prelado expresó su deseo de “que la Madre Celestial les consiga abundantes bendiciones para ustedes, su trabajo y sus familias”.

​De la profesión a la misión

​La homilía se centró en la figura de Jesucristo como "Peregrino de Amor y Misericordia", lema de la jornada. Al respecto, Urbanč reflexionó: “Qué profundo mensaje para todo comunicador social, ya que cuando comunicamos, debemos generar comunión, sanas relaciones, verdaderos encuentros que curan heridas y propician el perdón, meta a la que necesitamos arribar, pues es la que nos mostró y dejó Jesús al entregar su vida en la Cruz”.

​En un análisis sobre el rol del periodismo en la actualidad, el Obispo fue contundente al diferenciar el oficio de la vocación cristiana: “Ser comunicador social en clave cristiana es mucho más que ejercer una profesión: es asumir una misión. En un mundo donde la información es velocísima, pero no siempre profunda, ni veraz, el comunicador está llamado a ser luz en medio de la oscuridad”.

​Ética ante la desinformación

​Monseñor Urbanč instó a los presentes a mirar el modelo comunicativo de Cristo. “Jesús comunicó no solo con palabras, sino con gestos, con su cercanía, con su capacidad de escuchar y de sanar. Un comunicador cristiano está invitado a imitar ese estilo. No se trata de ‘predicar’ en cada mensaje, sino de hacer que la verdad, la justicia y la misericordia se vuelvan visibles a través del modo de comunicar”, señaló.

​Ante los desafíos coyunturales, advirtió que “en un tiempo de desinformación y polarización, comunicar con ética y humanidad se convierte en un acto profundamente cristiano de auténtica caridad”. Y agregó una definición clave sobre la actitud del creyente en los medios: “Quien comunica desde la fe sabe que la verdad no se impone, se propone; sabe que la esperanza no se grita, se contagia; sabe que el amor no es un discurso, sino una práctica cotidiana”.

​El Obispo profundizó en el impacto social de esta labor: “Así, el comunicador cristiano se transforma en instrumento de Dios para sembrar claridad donde hay confusión, consuelo donde hay miedo, y esperanza donde pareciera no haber futuro. Porque comunicar no es sólo transmitir información: es transmitir vida, sentido, sueños”.

​Tiempo de Adviento y súplica a la Virgen

​La celebración coincidió con el comienzo del año litúrgico. “Con esta celebración, damos inicio a un nuevo Adviento, un tiempo que cada año vuelve, pero nunca es igual. Dios nos invita a detener el paso para reencontrarnos con lo esencial: esperar. Pero no una espera pasiva, sino una espera que transforma, que despierta, que anima, que afina el corazón para reconocer a Aquél que viene”, explicó el pastor diocesano.

​Hacia el final, Urbanč elevó una plegaria directa a la imagen cuatro veces centenaria: “Querida Madre del Valle, en este primer domingo de Adviento ayúdanos a encender en nuestros corazones la luz de la esperanza. Tú estás en nuestras vidas sin ruido, como un amanecer que vence la noche. Despiértanos, Reina nuestra, para que no vivamos distraídos ni desconozcamos tu presencia silenciosa. Que sepamos velar con un corazón atento y abierto a los signos de tu amor y él de Jesús”.